Impacto


El reloj estalla en un millón de repiqueteos que quiebran la delgada línea entre el sueño y la realidad. EL tipo se levanta aún adormecido, las sábanas quedan regadas sobre el piso de la habitación como una estela de la lentitúd que él lleva.
Sus dedos aún dormidos, empujan la puerta del pequeño baño. El contácto de sus pies descalzos contra el frio piso de cerámica estremecen su cuerpo por un segundo, pero su mente sigue en ese valle de nada donde transcurre la metamorfosis lenta del switch on, switch off, donde el incosciente abdica, por lo menos aparentemente, a favor del consciente.
Con sus ojos entrecerrados, sus manos tantean el mango plástico, su mano derecha aprieta el pomo de dentífrico.
Prepara su boca para la higiene diaria. Un dolor espelusnante lo devuelve a la realidad, levanta la vista, se mira al espejo y ve su boca inundada en sangre, su paladar se llena de un amargo sabor; mira su mano, mira el mango plástico y ve que por error sus dedos aprecionan una máquina de afeitar descartable.


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2 comentarios:

Anónimo dijo...

que orrenda foto señora no le da verguensa

Anónimo dijo...

hahahahaha ay Maxx ése tío estaba drogado, Patada en el C... por no coger el cepillo dental