Aprendiendo a vivir en el presente es lo mejor que he descubierto para ser feliz y tal vez por eso es tan complicado tenerlo.
Es contactarse con lo realmente necesario, es juntarse con uno mismo y darse cuenta que en el balance uno siempre sale ganando.
Hoy llegué hasta aquí y se que mi esfuerzo valió la pena, pero también se que el futuro fue diferente y tal vez mucho mejor de lo que esperaba.
Aprendi a vivir en el presente, para apagar esas imágenes de cosas que nunca pasaron y que a veces torturan más que el pasado.
Si te preguntan, deciles que no hay mejor futuro que el segundo que estás viviendo. Respirá profundo y confía en el amor que vive en ti.